La Ingratitud del Imperio
Por Clovis J. Ortega Castañeda
Entrevista a Dario Machado Rodríguez
Es poco conocido que a finales del siglo XVIII, criollos y españoles radicados en la Isla brindaron ayuda al naciente ejército comandado por George Washington, para alcanzar la independencia de las Trece Colonias.
Dario Machado Rodríguez, destacado sociólogo, investigador y profesor universitario, recuerda que Saint Simón, quien fuera después un socialista utópico mundialmente conocido, recibió de manos del patriota venezolano Francisco de Miranda las joyas donadas por señoras habaneras y dinero recaudado en Cuba.
“El monto cercano a los 2 millones de pesos lo entregó personalmente el General George Washington , y resultó decisivo para ganarle a los ingleses en Yorktown.
“Los que dieron su apoyo eran ya naturales de Cuba. Ese gesto se unía a la ayuda que el comerciante habanero, Juan de Miralles prestó sistemáticamente al mismo Washington y a los patriotas norteamericanos durante la Revolución de 1776”.
Esta actitud solidaria hacia el pueblo norteamericano es una constante corroborada el 11 de septiembre de 2001, cuando el gobierno cubano fue el primero en ofrecer ayuda a las víctimas del brutal atentado contra el World Trace Center y más reciente cuando los cubanos fuimos los primeros en brindar ayuda a los damnificados por el huracán Katrina.
Sin embargo, esta posición no ha sido correspondida. La vida personal de generaciones de cubanos ha estado muy golpeada por el hegemonismo del vecino del Norte, primera causa –aunque no la única- del retardado, desarrollo económico y de la sensible afectación en aspectos vitales como la alimentación, la vivienda y el transporte.
¿Cuáles son las causas del diferendo entre los dos países y cuáles los puntos medulares para su solución?
-Se suele emplear la palabra “diferendo” que, a mi juicio, no refleja fielmente la esencia de las relaciones históricas entre Cuba y Estados Unidos, ya que estas se han caracterizado por el afán de dominación del estado norteamericano sobre nuestro país.
“Es obvio que, cuando el pueblo tomó las riendas de su destino y enrumbó por un camino propio, para colmo, socialista, la soberbia imperialista, se acrecentó, como lo prueban las sucesivas agresiones, el criminal bloqueo económico, el apoyo a la subversión, la agresión radial y televisiva, los ataques políticos y diplomáticos.
“Los puntos medulares para superar esa situación pasan indefectiblemente por el elemental reconocimiento por los Estados Unidos a la soberanía e independencia de nuestra nación , que incluye en respeto al sistema social y político, y la disposición de ese país a tener relaciones normales.
-La violencia es un rasgo definitivo de las relaciones internacionales estadounidenses, también aplicada contra Cuba. ¿Se trata de una norma de conducta imperial hacia otros pueblos o de un atributo consustancial a la política de ese país?
-Ciertamente en los EE. UU se ha desarrollado a lo largo de su historia una cultura de la violencia que ha acompañado el expansionismo capitalista.
“El exterminio de la población autóctona durante la ocupación del Oeste, la agresión esclavista, el arrebatamiento de la mitad del territorio mexicano, , la propia guerra de secesión que culminó por imponer el norte industrial, al sur esclavista y que dejó el trágico saldo de un millón de muertos, o la ocupación militar de Cuba que frustró nuestra independencia, son ejemplos de la historia.
“A ello se une otros más recientes como la invasión de Girón , los intentos de asesinar a Fidel, la guerra genocida contra Viet Nam , Yugoslavia, Afganistán e Iraq.
Entrevista a Dario Machado Rodríguez
Es poco conocido que a finales del siglo XVIII, criollos y españoles radicados en la Isla brindaron ayuda al naciente ejército comandado por George Washington, para alcanzar la independencia de las Trece Colonias.
Dario Machado Rodríguez, destacado sociólogo, investigador y profesor universitario, recuerda que Saint Simón, quien fuera después un socialista utópico mundialmente conocido, recibió de manos del patriota venezolano Francisco de Miranda las joyas donadas por señoras habaneras y dinero recaudado en Cuba.
“El monto cercano a los 2 millones de pesos lo entregó personalmente el General George Washington , y resultó decisivo para ganarle a los ingleses en Yorktown.
“Los que dieron su apoyo eran ya naturales de Cuba. Ese gesto se unía a la ayuda que el comerciante habanero, Juan de Miralles prestó sistemáticamente al mismo Washington y a los patriotas norteamericanos durante la Revolución de 1776”.
Esta actitud solidaria hacia el pueblo norteamericano es una constante corroborada el 11 de septiembre de 2001, cuando el gobierno cubano fue el primero en ofrecer ayuda a las víctimas del brutal atentado contra el World Trace Center y más reciente cuando los cubanos fuimos los primeros en brindar ayuda a los damnificados por el huracán Katrina.
Sin embargo, esta posición no ha sido correspondida. La vida personal de generaciones de cubanos ha estado muy golpeada por el hegemonismo del vecino del Norte, primera causa –aunque no la única- del retardado, desarrollo económico y de la sensible afectación en aspectos vitales como la alimentación, la vivienda y el transporte.
¿Cuáles son las causas del diferendo entre los dos países y cuáles los puntos medulares para su solución?
-Se suele emplear la palabra “diferendo” que, a mi juicio, no refleja fielmente la esencia de las relaciones históricas entre Cuba y Estados Unidos, ya que estas se han caracterizado por el afán de dominación del estado norteamericano sobre nuestro país.
“Es obvio que, cuando el pueblo tomó las riendas de su destino y enrumbó por un camino propio, para colmo, socialista, la soberbia imperialista, se acrecentó, como lo prueban las sucesivas agresiones, el criminal bloqueo económico, el apoyo a la subversión, la agresión radial y televisiva, los ataques políticos y diplomáticos.
“Los puntos medulares para superar esa situación pasan indefectiblemente por el elemental reconocimiento por los Estados Unidos a la soberanía e independencia de nuestra nación , que incluye en respeto al sistema social y político, y la disposición de ese país a tener relaciones normales.
-La violencia es un rasgo definitivo de las relaciones internacionales estadounidenses, también aplicada contra Cuba. ¿Se trata de una norma de conducta imperial hacia otros pueblos o de un atributo consustancial a la política de ese país?
-Ciertamente en los EE. UU se ha desarrollado a lo largo de su historia una cultura de la violencia que ha acompañado el expansionismo capitalista.
“El exterminio de la población autóctona durante la ocupación del Oeste, la agresión esclavista, el arrebatamiento de la mitad del territorio mexicano, , la propia guerra de secesión que culminó por imponer el norte industrial, al sur esclavista y que dejó el trágico saldo de un millón de muertos, o la ocupación militar de Cuba que frustró nuestra independencia, son ejemplos de la historia.
“A ello se une otros más recientes como la invasión de Girón , los intentos de asesinar a Fidel, la guerra genocida contra Viet Nam , Yugoslavia, Afganistán e Iraq.
“Como ha ocurrido con la masacre de Kent y la de Waco, la dureza se ha virado contra el propio pueblo de ese país, igualmente expresada en el odio racial , el gatillo alegre de la represión policial o la aplicación habitual de la pena de muerte, a menudo contra personas inocentes, pero desamparadas.
“Esa violencia, unida a formas de fundamentalismo y el trastorno expansionista del capitalismo monopolista transnacional han condicionado el fenómeno del neofascismo, actual en los Estados Unidos , que constituye un grave peligro para la humanidad, obviamente incluida Cuba.
-¿En qué medida la política agresiva de los EE.UU ha influido en el surgimiento y desarrollo de la ideología de la Revolución Cubana?
-Indudablemente, el enfrentamiento a esa política, ha tenido un peso importante en la conformación de un proyecto de independencia nacional propio.
“La ideología de la Revolución Cubana es un producto histórico-cultural de nuestra sociedad , concebida como un sistema de conceptos, códigos, ideas y valores revolucionarios que tiene sus inicios en el ideario independentista de Félix Várela, su primera gran síntesis en el pensamiento y obra de José Martí y su fuente actual más avanzada e integral en el de Fidel Castro.
“En ella se funden las experiencias históricas revolucionarias de nuestro pueblo, el ideario martiano y las ideas y principio de emancipación social del marxismo.
“Su esencia revolucionaria y antimperialista, está encaminada hacia el progreso social, la justicia, la solidaridad y el humanismo, siendo portadora de un proyecto de sociabilidad, en el que se funden los intereses más genuinos de las mayorías ciudadanas y el contenido de humanismo la hace por principio, internacionalista.
-Teniendo tan cerca de este peligroso vecino ¿cuáles son los retos ideológicos principales que debemos enfrentar, a 47 años del Triunfo de la Revolución?
-Diría que en primer lugar, continuar la profunda transformación cultural generada por la Revolución Socialista, lo que implica la superación de rasgos de la personalidad arraigados en loa psicología social del pasado como el individualismo y el egoísmo, generados por la propiedad privada.
“En segundo lugar superar los efectos negativos de algunas de las medidas económicas adoptadas por el país para salvar las conquistas fundamentales y superar la crisis provocada por la desaparición del Socialismo en Europa del Este y la URSS.
“Estas nuevas complejidades dan cuenta de la actividad ideológica política que debe de afrontar la revolución Socialista de los problemas teóricos y prácticos que tiene por delante la economía política del Socialismo.
-Y en este combate necesario pero no deseado, ¿podemos hablar de aportes del proceso revolucionario cubano a las fuerzas de izquierda durante la última década?
“Sin duda, yo diría el primer gran aporte es haber resistido y mantenido con dignidad este proceso en estos años de creciente euforia imperialista.
“Junto con ello, la demostración de la posibilidad real de un camino alternativo al del neoliberalismo, y el valor que tiene para los pueblos la unidad, cuando se trata de enfrentar los grandes desafíos de la historia.
La Revolución Cubana ha dignificado la política, al ejercerla a favor de los intereses de las mayorías e insiste en la necesidad de luchar con las ideas, contribuyendo con su ejemplo y con sus aportes conceptuales a esa batalla de los pueblos”.



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