Capital humano: Nuestro Principal Tesoro

“ Cada día exportamos más servicios y dependemos menos de la importación de bienes, por lo que el país avanza por el difícil camino de la invulnerabilidad económica, declaró el ministro-presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón”.
Pero, ¿qué entendemos por capital humano?; ¿solo relaciona conocimientos y habilidades?
A diferencia de la concepción burguesa, que lo considera fundamentalmente el conjunto de capacidades productivas adquiridas por un individuo a través de la acumulación de habilidades y conocimientos, el Socialismo lo identifica con el hombre nuevo, portador de una probada calificación profesional y de elevados principios éticos, puestos de manifiesto en el actuar diario y no de forma aislada o casual.
HUMANISMO VERSUS MERCANTILISMO
Corresponde a Fidel el mérito de ser el estadista con mayor significación práctica otorgada al capital humano, al reconocer en ello el factor determinante para alcanzar un mundo mejor.
En igual sentido, José Martí consideraba que “todo cuanto haga de bravo y brillante un hijo es capital de la nación, con el cual esta se amasa y resplandece”.
Por su parte, Carlos Marx demostró que “el capital humano tiene su fuente en la fuerza de trabajo y por tanto la verdadera riqueza espiritual de los hombres depende totalmente de la riqueza de sus relaciones (con otros hombres)”.
Es comprensible entonces, que los agoreros del Imperio traten de minimizar el carácter político de esta categoría, y resalten solo su dimensión económica, pretendiendo con ello ocultar el carácter de mercancía que le conceden a la fuerza de trabajo como fuente de enriquecimiento.
Por su esencia, este concepto está más próximo a las corrientes humanistas que a la sociedad de consumo. Sin embargo, dado el poder de los medios de difusión, la labor de los institutos de investigación y las universidades, ha prevalecido durante más de 40 años el enfoque elaborado por el norteamericano Gary Becker en 1964, que lo circunscribe a la vida empresarial de los individuos.
Fischer, Dornbusch, Schmalensee y otros científicos gratificados por la oligarquía financiera, lo resumen a “el valor del potencial de obtención de renta que poseen los individuos… incluyendo la capacidad, el talento innato, la educación y las calificaciones adquiridas”, todo lo cual en las condiciones del capitalismo tiene un carácter excluyente y elitista.
LA ÉTICA MARCA LA DIFERENCIA
Según datos oficiales, Cuba inició el 2006 con una fuerza laboral cuya escolaridad alcanza un promedio de 11 grado; de cada cien trabajadores calificados, 10,6 son ingenieros; más de 7 mil 300 doctores en ciencias; 17 mil 300 master; y 36 mil cubanos colaboran en misiones internacionalistas en 104 países.
Pero sería erróneo concebirlo como la simple sumatoria de técnicos, universitarios, master o doctores. Si fuese así, una empresa donde el 80 por ciento de sus trabajadores tuviera nivel universitario, de forma automática estaría entre las mejores del mundo.
Resulta necesario considerar otros factores, como la socialización de los conocimientos; los valores y motivaciones del grupo; el trabajo en equipo; la voluntad de aprendizaje de manera continua e ininterrumpida; la fidelidad y el compromiso con los principios éticos y políticos.
Desde nuestra perspectiva, no existe capital humano sin desarrollo multifacético de las personas.

En nuestro país, elevar el capital humano no solo es una necesidad sino también una posibilidad al alcance de todos.
Quienes acepten el reto deberán priorizar la formación de trabajadores innovadores, confiables, y emprendedores; con permanente avidez por aprender; capaces de anteponer los intereses colectivos a los individuales, y de ver en los cambios oportunidades para elevar los resultados de su entidad y de la Patria.
Le asiste toda la razón a Fidel cuando afirma que es el mayor tesoro creado por la Revolución.
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